Lope Félix de Vega y Carpio, llamado el Fénix de los ingenios fue un escritor muy prolífico: cultivó todos los géneros. Fue excelente poeta, notable prosista y genial dramaturgo. Autor de una amplísima obra literaria, vivió, por otra parte, una de las vidas más apasionadas de la historia de la literatura española.
Para aquellos que os sentís fascinados por las vidas ajenas, dejad de ver Sálvame y leed una vida realmente interesante:
Nació en Madrid, en 1562, de familia de clase media con pretensiones de nobleza. Desde muy joven demostró una precocidad extraordinaria. En su ciudad natal estudió en los teatinos y, más tarde, en Alcalá y Salamanca. Intervino en la conquista de la isla Terceira y regresa de nuevo a Madrid. Su vivo y apasionado carácter le lleva a tomar la vida como viene y con demasiada prontitud. De ahí los vaivenes sentimentales, que le proporcionaron numerosos problemas a lo largo de su vida, así como frecuentes cambios de actitud vital. En Madrid, se enamora de la actriz Elena Osorio (la Filis de sus versos). Abandonado por ésta, a los cinco años, escribe unos poemas que le valen el destierro. Poco después, se casa por poderes con Isabel de Urbina (la Belisa de sus versos). Embarca en la Armada Invencible. De nuevo en España, se instala en Valencia, donde se dedica a una intensa creación. Entra al servicio del duque de Alba y se traslada a Alba de Tormes, donde muere su esposa. Vuelve a Madrid y contrae matrimonio con Juana de Guardo, lo que no dificulta las relaciones con Micaela Luján (Camila Lucinda en sus versos), de la que tuvo cinco hijos. Rompe con Micaela y, poco después, mueren su esposa y su hijo Carlos Félix, lo que le causa tan profunda conmoción y crisis espiritual que dedice ordenarse sacerdote a los cincuenta y dos años. Sin embargo, vuelve a enamorarse de una bella actriz, Marta de Nevares (Amarilis o Marcia Leonarda en sus versos), de la que tiene varios hijos. Estos amores amargan sus últimos años al quedar ella ciegoa y perder, más tarde, la razón. Muere su hijo Lope Félix y es raptada su hija Clara. Estos hechos y sus primeros fracasos en la escena hicieron que Lope sobreviviera poco tiempo. Muere en Madrid en 1635. [Literatura española 2, Alhambra Longman, 1992)
El teatro de Lope de Vega es síntesis de las tradiciones culta y popular anteriores. Ofrece un teatro basado en una retórica de la persuasión, en la comunicación con el público. Lope perseguía que sus obras fueran un éxito de público y sabía cómo conseguirlo.
Como hemos visto antes, Lope pasó varios años en Valencia, en contacto con Guillén de Castro, Tárrega y otros, con un ambiente teatral innovador. Desde la primera mitad del siglo XVI debió de haber un teatro estable, próximo a la Universidad, en la plazoleta de la Olivera. Se realizaban funciones nocturnas, con velas, por lo que resultaban caras y se suprimieron hacia 1630. Se representa un teatro populista en el que importa mucho la intriga, las costumbres populares, la utilización del simple o gracioso, y con un lenguaje próximo a la lengua común. Lope no tiene más que adoptar y evolucionar lo que ya se estaba haciendo en Valencia.
Arte nuevo de hacer comedias
Entre 1605 y 1615 coinciden en Madrid, en la Corte, una constelación de grandes figuras que conviven difícilmente. Lope se ve mezclado entonces en todas las polémicas artísticas que surgen. Es protagonista de una guerra literaria en la que se enfrenta a Cervantes y su supremacía en la novela; a Góngora en el terreno de la poesía; y, en el terreno teatral, a los aristotélicos que, desde Italia, defienden el canon clásico de componer obras.
Es en este ambiente donde hay que situar Arte nuevo de hacer comedias, un texto que el autor publica a los 47 años, cuando ya es un poeta consagrado y según él mismo dice en la obra lleva ya escritas 483 comedias. Se trata de una composición que escribe por encargo del Conde de Saldaña, miembro de la Academia de Madrid, y se inscribe dentro de una práctica bastante habitual entre los autores y las diferentes Academias del momento. Así pues, el texto de Lope nace para contestar a una polémica de la época, pero también le sirve para dejar por escrito su concepción del teatro y justificar lo que ha venido siendo hasta ahora su práctica habitual. Como ha expresado José F. Montesinos, el Arte nuevo… fue un texto revolucionario que no hizo ninguna revolución, porque ya Lope la había hecho antes en los corrales.
La revolución a la que Montesinos se refiere, y que recoge el Arte nuevo, es la de defender lo que llamaríamos hoy el teatro comercial, es decir, Lope sostiene que el teatro se sustenta en el público, y no en un canon aristotélico, artístico. Su fin es escribir un teatro de su tiempo, cuya norma suprema sea la de dar gusto a un auditorio bastante ecléctico, lo que le conduce a creer en un teatro exento del antiguo arte:
Y cuando he de escribir una comedia, encierro los preceptos con seis llaves, saco a Terencio y Plauto de mis estudio para que no me den voces, que suele dar gritos la verdad en libros mudos, y escribo por el arte que inventaron los que el vulgar aplauso pretendieron porque, como las paga el vulgo, es justo hablarle en necio para darle gusto.
En opinión del catedrático Felipe B. Pedraza Jiménez son estos famosos versos los que han creado toda una corriente crítica antilopista que llega a nuestros días fruto de «que han sido malinterpretados. Lo que Lope quiere decir con lo de “hablarle en necio” es un juego irónico, ya que emplea la misma crítica que le hacían sus enemigos».
Hay que entender que Lope escribe el Arte nuevo con una sonrisa, usa la ironía desde el momento mismo que culpa al público del camino que ha escogido. Con esta confianza en el auditorio, en España se desarrolla un teatro popular que sólo tiene parangón en la Inglaterra de Shakespeare. Como nos dice Felipe B. Pedraza:
«Es un teatro comercial, que pretende vivir y vivirá de los espectadores, de un público variadísimo para el que los autores deben organizar su discurso de la mejor forma. De esta manera, Lope defiende una libertad artística que no depende exclusivamente del autor, sino que establece una relación dialéctica con el público. La vigencia de su teoría es que hoy, cuatro siglos después, seguimos interesados por un arte teatral que tenga en cuenta al público».
No hay que olvidar que la fama de Lope cruzó fronteras. Explica Pedraza que el tratado «es, en primer lugar, la reacción a unos escritos teóricos que vienen de Italia, en los que se defiende la preceptiva latina. Pero, una vez publicado el Arte nuevo, hay numerosos intentos por imitarlo fuera de nuestro país. Desde luego, en Italia, Francia, Alemania y Polonia. Luego, durante el romanticismo experimenta una resurrección especialmente en Alemania e Inglaterra».
Mezclar lo trágico con lo cómico
Frente a la idea clásica de separar tragedia y comedia, las obras pueden mezclar elementos cómicos y trágicos para mayor satisfacción del auditorio.
La unión de asuntos serios con momentos más ligeros responde a la pretensión de naturalidad. Esto permite, por otra parte, hacer protagonistas de obras de tono grave a personajes como el villano, contraviniendo así las preceptivas clásicas.
Lo trágico y lo cómico mezclado, y Terencio con Séneca, aunque sea como otro Minotauro de Pasife, harán grave una parte, otra ridícula, que aquesta variedad deleita mucho. [...] No hay que advertir que pase en el período de un sol, aunque es consejo de Aristóteles, porque ya le perdimos el respeto cuando mezclamos la sentencia trágica a la humildad de la bajeza cómica.
Ruptura de la regla de las tres unidades
La preceptiva clásica, desde la Poética de Aristóteles hasta los humanistas del siglo XVI planteaba que la obra de teatro debía ajustarse a tres unidades: la unidad de acción, de espacio y de tiempo. La nueva fórmula propone su ruptura cuando así lo exija la verosimilitud de la obra. Es habitual que se dé una acción secundaria a cargo de los criados o de otros personajes. Además, la acción puede tener lugar en varios días y en diferentes escenarios, ya que esto se ajusta a la naturalidad de las acciones humanas.
Adviértase que solo este sujeto tenga una acción, mirando que la fábula de ninguna manera sea episódica. [...]
No hay que advertir que pase en el periodo de un sol, aunque es consejo de Aristóteles, porque ya le perdimos el respeto cuando mezclamos la sentencia trágica a la humilda de la bajeza cómica.
Estructura en tres actos
Frente a los cuatro o cinco actos habituales en periodos anteriores, estas obras se estructuran en tres actos. Al primero corresponden el planteamiento; al segundo, el nudo y al tercero, el desenlace. Según Lope, hasta la mitad del acto tercero el público no debía sospechar el final de la historia:
Divide en dos partes el asunto, ponga la conexión desde el principio, hasta que vaya declinando el paso, pero la solución no la permita hasta que llegue la postrera escena, porque en sabiendo el vulgo el fin que tiene, vuelve el rostro a la puerta, y las espaldas al que esperó tres horas cara a cara; que no más que saber en lo que para. [...] En el acto primero ponga el caso, en el segundo enlace los sucesos, de suerte que hasta medio del tercero apenas juzgue nadie en lo que para.
Los personajes de la comedia nueva
Aunque hay gran cantidad de personajes dispersos por todas las comedias del siglo que nos ocupa y algunos de ellos se ha consolidado como un personaje bien individualizado y con características propias, como es el caso del donjuán, se suelen repetir figuras fijas, a la manera de personajes tipo.
El galán
Es un caballero apuesto, idealista, noble y valiente. Esta misma función puede ser representada por un campesino, como Frondoso en Fuente Ovejuna. Su misión natural se orienta hacia la conquista de la dama, venciendo casi siempre notables dificultades.
La dama
Es joven, bella y noble. Recibe los requiebros del galán. En ocasiones, cuando ha sido agraviada o engañada, es capaz de tomar la iniciativa e incluso disfrazarse de varón (como en Don Gil de las calzas verdes). Una figura común en las comedias barrocas es la dama disfrazada de hombre, que cambia sus habituales vestidos femeninos para perseguir al galán que la ha abandonado. Este personaje aparecía también en las novelas de la época y fue muy censurado por los moralistas.
La criada
Representa, junto a la dama, el mundo femenino y sus relaciones son paralelas a las del galán y el gracioso, con quienes comparten sus principales características, ya que la criada también es más realista y actúa como confidente de la dama, mientras esta, por lo general, busca la manera de conseguir los amores del galán con su ayuda.
El criado
Representa lo contrario del galán, ya que por lo general es muy realista, práctico y cobarde. El gracioso (o figura del donaire) suele ser casi siempre el criado de confianza del galán; es fiel y buen consejero, y aporta la nota cómica a la trama. Al tiempo que el galán se enamora de la dama, el gracioso corteja a la criada de esta.
El criado o gracioso desempeña un importante papel en la obra ya que permite al galán dialogar con él y contarle sus inquietudes. Desempeña también el papel de narrar sucesos no escenificados en las tablas.
A veces tiene una función distanciadora muy moderna, al advertir al público con su actuación de que lo que ve no es realidad, es literatura.
El gracioso de Lope de Vega procede de la evolución del personaje del bobo de Lope de Rueda; en las obras de Lope de Rueda el bobo es un personaje cómico, presentado de forma ridícula. Suele ser un aldeano tonto que se expresa mal y se comporta torpemente. Lope de Vega hace evolucionar al personaje convirtiéndolo en un personaje urbano, inteligente e ingenioso, cuyas bromas y críticas a su amo tienen mucho éxito. Finalmente, predomina en el gracioso su vertiente placentera y simpática, con lo que sus actitudes y comentarios quedan integrados en el sistema de valores del Barroco.
Otros personajes
Otros personajes presentes en las comedias son los siguientes: un caballero, generalmente de edad avanzada, que suele ser el padre de la dama y que vela por su honra (a veces es un hermano de la dama); el villano, un labrador rico, cristiano viejo, con un fuerte sentido de la honra; el rey, a veces justo y otras veces tiránico; y el caballero poderoso, un noble que pretende usar su poder para conseguir sus pretensiones amorosas.
El lenguaje de la comedia nueva
Se rehuye la expresión culterana y no se abusa de las alusiones bíblicas, mitológicas o literarias para hacerse comprender por un público popular.
El decoro poético
Se pretende que la lengua se ajuste a la situación y a la condición de los personajes, de modo que estos hablen conforme a su rango social y ello pueda distinguir, por ejemplo, al rey del gracioso. Es la única regla del teatro clásico que Lope respeta:
Si hablare el rey, imite cuanto pueda la gravedad real, si el viejo hablare, procure una modestia sentenciosa [...] El lacayo no trate cosas altas ni diga los conceptos que hemos visto en algunas comedias extranjeras.
La variedad métrica (polimetría)
Las comedias barrocas se escribieron en verso, pero no mantuvieron una unidad métrica; por el contrario, Lope planteaba el uso de estrofas diferentes para cada situación, sin hacer distinciones entre la métrica tradicional castellana y las de procedencia italiana. Así lo expresa en el Arte nuevo:
Acomode los versos con prudencia a los sujetos de que va tratando. Las décimas son buenas para quejas; el soneto está bien en los que aguardan; las relaciones piden los romances, aunque en octavas lucen por extremo; son los tercetos para cosas graves, y para las de amor, las redondillas.
Canciones tradicionales intercaladas
La inclusión de elementos líricos tradicionales o de inspiración tradicional fue uno de los grandes aciertos del teatro del siglo XVII, ya que aportaba un toque popular y una frescura a la trama de las obras, que gozaban de la ventaja añadida de la música. Todo ello ofrecía una pausa en el desarrollo de la acción y servía de deleite a los espectadores, que gustaban mucho de la música y la danza como contrapunto al argumento de la obra.
Obras teatrales de Lope de Vega
Comedias de enredo y costumbres
Ambientadas en un ambiente urbano coetáneo. El asunto principal es el amor. Están plagadas de celos, intrigas y malentendidos que desembocan en una final feliz. Destacan en este grupo: La dama boba; El perro del hortelano; Servir a señor discreto; La moza del cántaro; La villana de Getafe; Las bizarrías de Belisa…
La dama boba
Podéis leer la obra aquí, pero si lo preferís, podéis ver la representación aquí. Si no os apetece verla entera, ved al menos la introducción inicial que es interesantísima:
Hace algunos años leímos La dama boba en clase; preparé para la ocasión unos materiales que podéis consultar aquí y aquí
El perro del hortelano
En esta comedia de enredo de tema amoroso, la condesa Diana se enamora de su secretario Teodoro, a su vez enamorado de Marcela, la criada de la condesa. El código del honor impide a Diana dar salida a sus sentimientos hacia un hombre de clase social inferior, de donde se deriva una cadena de indecisiones que, ni la dejan amar a ella, ni permiten que siga adelante la relación entre los sirvientes. Los clásicos ingredientes de estas comedias (cartas, celos, declaraciones amorosas, enfados y reconciliaciones, engaños, etc.) dan un ritmo vivo a esta pieza con final feliz.
Podéis leer la obra aquí o ver esta versión, realizada en 1981 en el programa Estudio 1 de RTVE:
Esta versión no está mal, pero la adaptación cinematográfica que realizó Pilar Miró es justamente famosa por su calidad. Aquí tenéis un fragmento:
La moza del cántaro
Una dama se ve obligada a vengar una ofensa familiar y, en su huida, se convierte en una criada, en una moza de cántaro, uno de los tipos sociales domésticos más característicos de la España del XVII. Clasificada por Menéndez Pelayo entre las comedias novelescas de enredo, su ambientación y minuciosidad en el relato de una época nos recuerdan a una comedia de costumbres, además, de estar en línea con una vigorosa tradición: la de la fémina que rompe moldes y hace posible lo imposible para una mujer en un mundo de hombres. Pero el tema de la comedia es el amor, como no podía ser distinto en una obra del Fénix, como única fuerza capaz de saltarse el rígido orden social. De nuevo, en su época de senectud, Lope escribe una obra serena y de una tremenda belleza poética, con la que refleja simplemente que nada detiene al amor, que nada lo explica, ni sustituye.
Dentro de la tradición cultural de la mujer brava, en La moza de Cántaro construye Lope de Vega una comedia en la que el conflicto argumental surge en el cruce de las imposiciones del honor familiar –la venganza de un pobre humillado-, con la rigidez social –la dama que, a pesar de su disfraz, no logra su sueño amoroso- y, en fin, con la fuerza universal del amor. La genialidad de un Lope maduro brilla precisamente al lograr, con unos elementos temáticos tan tópicos, una obra en la que la expectación no sólo no decae sino que va intensificándose verso a verso.
Podéis ver un fragmento de la obra en una versión cinematográfica de 1954, dirigida por Florián Rey:
La villana de Getafe
Este es un vídeo de promoción de la representación de La villana de Getafe, dirigida por Roberto Cerdá e interpretada por la cuarta promoción de la La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico. Estrenado el 20 de mayo de 2016 en el teatro de la Comedia.
Parece que –por las alusiones racistas contra los moriscos contenidas en el texto y el descrédito que azota a un par de personajes falsamente acusados de serlo– fue escrita por el Fénix en torno a 1613, año en que fueron expulsados de España los últimos miembros de esa minoría.
Es una comedia vigorosa y muy divertida que pone en perspectiva crítica las diferencias de clase condicionantes de las relaciones amorosas y de la vida misma, una esgrima de apariencias, fingimientos, prepotencias, deseos, ambición y pasiones de conveniencia. La villana en cuestión, Inés, no duda en seguir hasta la corte a don Félix, el noble que le prometió matrimonio para gozar sus favores en Getafe, entonces parada obligatoria de los viajeros que se desplazaban a Madrid desde Toledo y viceversa, hacia tierras andaluzas.
Lope valora en la decidida Inés su ingenio, su arrojo y su determinación para frustrar los diversos planes de boda de alcurnia de don Félix, chisgarabís rijoso en busca de braguetazo, ingresando como criada en la casa de doña Ana, prometida del galán, y haciéndose pasar por el primo indiano de doña Elena, otra aspirante a casarse con el vividor. El final feliz con la boda de los protagonistas, persuadido don Félix de que Inés, además de limpia y honrada, es rica, tiene un tono decididamente amargo.
Las bizarrías de Belisa
Cuando Lope de Vega escribe Las bizarrías de Belisa en 1634 tiene a sus espaldas una extraordinaria trayectoria en la que confluye el éxito con la desgracia, la fama con la condena. Lope goza, por un lado, del privilegio de ser un mito canonizado en vida, y por otro, se ve apremiado por numerosos desencantos que vierte en una expresión estética que oscila entre lo realista y lo distorsionado. Sus relaciones con el todo poderoso valido del rey, el Conde Duque de Olivares, son poco armónicas, y su situación anímica fluctúa entre la necesidad de reconocimiento literario y el deseo de evadirse de la Corte.
En Las bizarrías de Belisa la ciudad de Madrid invade el texto como un marco tan hermoso de día como inhóspito de noche, bullicioso e impredecible, incita una serie de conductas agresivas, desde la inauguración de nuevas respuestas a la violencia simbólica que impone el trazado de calles y edificios. La comedia establece una compleja relación entre comportamiento humano y entorno arquitectónico, muy interesante para el lector moderno.
Dramas de honor campesino
Ambientadas en un entorno rural idílico. Protagonizadas por un villano, un campesino rico, cristiano viejo, libre y digno, que se enfrenta solo o junto con todo su pueblo al abuso de poder de un noble que ha atentado contra su honor. En estas obras surge la figura del rey como garante de la justicia apoyando la actuación del villano.
Destacan: Fuente Ovejuna; Peribáñez y el comendador de Ocaña; El mejor alcalde, el rey; El villano en su rincón…
Fuente Ovejuna
Es posiblemente el título más popular y representativo de Lope de Vega. Basado en un hecho real acaecido durante el reinado de los Reyes Católicos.
El comendador de Fuente Ovejuna, Fernán Gómez de Guzmán, gobierna despóticamente al pueblo y viola a todas las mujeres de las que se encapricha. Cuando el comendador sale de Fuente Ovejuna para participar en la defensa de Ciudad Real, Laurencia, una joven labradora a la que acosa, se casa con su amado Frondoso. A su vuelta, Fernán Gómez detiene a este y viola a Laurencia. Ella misma, convertida en firme defensora de los derechos femeninos, incita al pueblo entero, que se rebela contra la tiranía y los abusos del comendador y, entre todos, lo matan.
Podéis leer la obra aquí o si os apetece más ver una versión realizada por RTVE:
También hace unos años leímos en clase Fuente Ovejuna de Lope de Vega y os preparé, como siempre, unos materiales que podéis ver aquí.
Peribáñez y el comendador de Ocaña
Casilda, esposa de Peribáñez, es objeto de los insistentes galanteos del Comendador de Ocaña. Para lograr su objetivo, el Comendador aleja con engaños a Peribáñez de su casa; sin embargo, éste regresa, conoce la situación y mata al Comendador. El rey, al final, interviene para perdonar a Peribáñez. Podéis leer la obra aquí.
El programa Teatro de Siempre de RTVE nos ofrece una versión de la obra:
El mejor alcalde, el rey
Se trata de un drama de villano honrado, de aquellas cuyo tema es la honra de un campesino (en esta ocasión no rico, pero hidalgo), que tiene que defenderse de los abusos de un noble aristócrata. El rey, finalmente, imparte justicia reponiendo la honra perdida por el labrador y castigando con la pena de muerte al noble, en este caso don Tello, que ha raptado y violado a la prometida del honrado villano Sancho. También cabe catalogarse como drama histórico, pues la trama, como dice el propio texto del final de la obra, procede de una anécdota contada en la cuarta parte de la Crónica de España de Florián de Ocampo, que en tiempo de Lope se consideraba edición de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio.
La acción se sitúa en Galicia a comienzos del siglo XII, en el reinado de Alfonso VII de León el Emperador. Un campesino gallego, empobrecido aunque hidalgo, llamado Sancho de Roelas, anuncia a Tello de Neira, aristócrata y señor de esas tierras, su deseo de casarse con Elvira de Aibar, también de noble linaje aunque venido a menos, con quien está prometido. Don Tello se presta a ser el padrino, pero al ver a Elvira queda enamorado inmediatamente de su belleza y la secuestra con la intención de que Elvira acceda a tener relaciones sexuales con él. Ella se niega y Sancho viaja a León para pedir auxilio al rey Alfonso VII que, finalmente, se presenta de incógnito en el pazo de Tello y, tras revelar su identidad y saber que Tello ha forzado a Elvira, ordena que se casen para después ejecutar a don Tello, con lo que Elvira recuperará la honra y quedará dotada con la mitad de la hacienda del difunto gran señor.
Podéis leer la obra aquí o bien ver la versión de Estudio 1:
El villano en su rincón
La acción se sitúa en Francia. Un próspero granjero, de nombre Juan Labrador, vive feliz en sus propiedades, de manera humilde y contento con lo que tiene. Tan satisfecho está de su situación vital, que escribe con antelación su propio epitafio, haciendo constar que fue feliz sin necesidad de conocer al rey. Esta circunstancia viene en conocimiento del monarca, que movido por la curiosidad, se presenta de incógnito en el hogar de Juan, solicitando su clemencia, mediante la concesión de un préstamo. Conmovido por la predisposición del granjero, el rey revela su identidad e invita a Juan y a su ambiciosos hijos Feliciano y Lisarda a instalarse en la corte y aconsejarle en los asuntos de estado. A Juan lo nombra mayordomo regio
Podéis, como siempre, leer la obra aquí o bien ver la versión de RTVE:
Dramas trágicos
En estas obras los elementos trágicos están más acentuados. Destacan El caballero de Olmedo y El castigo sin venganza.
El caballero de Olmedo
Mónica Arrizabalaga en su artículo «El caballero de Olmedo ‘al que de noche mataron’«, publicado en ABC el 3 de julio de 2015, nos cuenta la historia real en la que se basó Lope de Vega para escribir su obra:
«Amor no te llame amor, el que no te corresponde». Los primeros versos que Lope de Vega puso en boca de don Alonso ya anticipaban la causa por la que moriría asesinado «El Caballero de Olmedo» en la célebre tragicomedia que dio a conocer universalmente a la Villa de los Siete sietes vallisoletana. Don Alonso Manrique, como así llamó Lope al noble de Olmedo, regresaba de ver a su amada doña Inés en Medina del Campo cuando a unos tres kilómetros de su casa, en lo alto de la llamada Cuesta del Caballero, fue atacado a traición por don Rodrigo, el prometido de la joven al que corroían los celos. De nada sirvieron las advertencias en el camino («Sombras le avisaron / que no saliese / y le aconsejaron que no se fuese»). Don Alonso se encaminó solo hacia su terrible destino en esta famosa obra que se estrenó en 1620 y que tantas veces ha sido llevada a los escenarios. Lope de Vega escribió «El Caballero de Olmedo» a partir de una seguidilla popular que por aquel entonces era muy conocida: «Que de noche le mataron, al Caballero, la gala de Medina, la flor de Olmedo». La cantinela había alcanzado gran éxito en el primer cuarto del s. XVII, pero aludía en su origen a Juan de Vivero, un caballero de la Orden de Santiago asesinado el 6 de noviembre de 1521. Señor de Castronuño y Alcaraz, Vivero «fue muerto viniendo de Medina del Campo de unos toros, por Miguel Ruiz, vecino de Olmedo, saliéndole al encuentro», escribió Alonso López de Haro en su «Nobiliario genealógico de los Reyes y Títulos de España» (1622). Juan Antonio de Montalvo daba más detalles en su «Memorial histórico de Medina del Campo» (1633) de «aquel suceso tan celebrado del caballero de Olmedo», fechando el crimen en «un día cerca de Todos los Santos» de 1521, durante el reinado de Carlos I ( y no de Juan II como en la obra de Lope). Tras el asesinato, Miguel Ruiz se refugió en el convento de religiosos jerónimos de la Mejorada, donde los frailes le protegieron del cerco de caballeros, amigos y deudos del muerto, según Montalvo. Vestido de fraile, Ruiz logró escapar de sus perseguidores y acabó embarcándose para las Indias, donde tomó el hábito de Santo Domingo en México, «fue lego y vivió casi sesenta años». Joseph Pérez descubrió en 1966 varios documentos del Archivo Histórico de Simancas que probaron la historia real de «El Caballero de Olmedo». Estos escritos, que recogió en «La muerte del Caballero de Olmedo. La leyenda y la historia», dan cuenta de las detenciones llevadas a cabo tras la muerte de Vivero, de las acciones judiciales emprendidas por la viuda de don Juan, Doña Beatriz de Guzmán, y de cómo fueron confiscados los bienes de Miguel Ruiz, aunque sus huellas se perdieron. «La fecha (6 de noviembre de 1521), la identidad de la víctima, del asesino, el lugar y las circunstancias del crimen, están bien establecidas. Los motivos, por el contrario, continúan siendo oscuros», señalaba Pérez. Francisco Rico resaltó en su estudio de la obra cómo «los móviles de Miguel Ruiz nunca quedaron establecidos satisfactoriamente, o eran, si acaso, demasiado prosaicos para impresionar a nadie», pero «sí era impresionante de suyo el asesinato sangriento de un noble joven y aureolado del prestigio de don Juan: caballero de Santiago, triunfador en Tordesillas (1520) y Villalar (1521) al servicio de Carlos V, recién electo regidor de Olmedo». El móvil del crimen más verosímil sería precisamente «un ajuste de cuentas tras la batalla de Villalar», señala Benjamín Sevilla, citando el estudio «Sobre la realidad histórica de 'El caballero de Olmedo'» de Antonio Blanco y desechando las versiones sobre una disputa a cuenta de unos galgos. «Juan de Vivero fue partidario de los comuneros y luego realista», explica el gerente del Palacio del Caballero de Olmedo. Adelaida Sagarra Magazo, doctora en Historia de la Universidad de Burgos, relata cómo el conflicto fue muy virulento en Olmedo, ya que «parte de la ciudad se declaró comunera y fue capitaneada por don Juan de Vivero». Los Vivero eran una poderosa familia enfrentada tradicionalmente con los Troches, a los que apoyaba Antonio Fonseca. «Juan de Vivero, en el último momento, cuando los acontecimientos se decantaron definitivamente, cambió de bando. Además, Vivero aprovechó la huida a Flandes de Antonio de Fonseca tras el incendio de Medina, del que fue principal responsable, para adueñarse de la situación política local», señala Sagarra. «Pero los Fonseca no se resignaron», añade la historiadora recordando los versos «que de noche mataron...» y la muerte del caballero el 6 de noviembre de 1521. La estancia de la Corte en Valladolid de 1601 a 1606 «contribuyó de forma decisiva a que reviviera, se recreara y se divulgara la vieja leyenda del Caballero de Olmedo», según Francisco Rico. La leyenda llegó a Lope sin referencias cronológicas ni móvil claro del crimen. De ahí que imaginara una intriga más sugerente para el espectador, convirtiendo a Olmedo en «uno de los espacios literarios universales» con «una de las historias de amor y muerte mejor contadas, capaz de que sus espectadores o lectores, no importa de qué tiempo o lugar, puedan de alguna manera reconocerse en sus protagonistas y conmoverse con su suerte», señalan desde el Palacio del Caballero de Olmedo. «Y todo esto sin que deje de resonar en ella el eco de un suceso ocurrido en algún momento de la historia real y mínima del camino de Medina a Olmedo». La realidad histórica del caballero de Olmedo «ya no puede anular las consecuencias desprendidas de la tragicomedia de Lope. Ni en la Ciudad del Caballero, ni en la Ciudad del Caballero, ni en Castilla y León, tampoco en España, ni en el universo literario», decía Zenón García Alonso. Es Don Alonso Manrique, más que don Juan de Vivero, quien después de muerto vive «en las lenguas de la fama». El Caballero de Olmedo.
De esta obra de Lope de Vega solo disponemos una versión en prosa realizada por RTVE:
El castigo sin venganza
El castigo sin venganza es una obra teatral que Lope de Vega compuso en 1631, a la edad de 69 años. En esta tragedia, Lope narra la relación amorosa del Conde Federico con Casandra, la joven esposa de su padre, el Duque de Ferrara, y la respuesta de este cuando descubre el adulterio. El tema principal de esta pieza es el honor, que se manifiesta en el castigo que el Duque impone a los amantes ocultando la causa real (su deshonor) bajo una falsa causa política. Otros temas tratados en la obra son la relación casi incestuosa entre Federico y Casandra y el amor del Duque por su hijo. El argumento está inspirado en un hecho real ocurrido en Italia, como dice en los últimos versos el personaje de Batín, criado de Federico y gracioso de la obra.
Podéis leer aquí la obra o bien ver la representación en este vídeo.
LEER MÁS OBRAS DE LOPE
Es prácticamente imposible leer la obra íntegra de Lope de Vega, pero para eso están los retos, para afrontarlos. Os dejo aquí el vínculo para leer en línea la obra completa de Lope de Vega. Ánimo.
La Biblioteca Nacional conserva buena parte de las obras teatrales de Lope de Vega. Desde este enlace podéis ver qué obras de Lope se encuentran allí depositadas.
SABER MÁS SOBRE LOPE
Siempre que hay que informarse de algo conviene saber qué fuentes son fiables y de dónde podemos sacar información veraz y actualizada. La página web de la Biblioteca Virtual Cervantes nos cuenta casi todo lo que necesitemos saber sobre Lope de Vega, contado por los mejores especialistas:
¿Os acordáis del profesor Robert Lauer de la Universidad de Oklahoma? Vimos su excelente página sobre Garcilaso de la Vega. En esta ocasión nos ofrece una síntesis de la vida y la obra de Lope
Hemos comentado en clase nuestra sorpresa ante la inmensa capacidad de este autor quien no solo escribió una obra inmensa, sino que, además, tuvo una intensísima vida personal llena de amores, disputas literarias y aventuras. ¿Cómo le daba tiempo a tantas cosas? Lope de Vega era, sin duda, un genio. Y la prueba de esto está en este reportaje de RTVE en el que desde la Biblioteca Nacional nos enseñan el Códice Daza, el cuaderno de notas de Lope, cosas que escribía a vuela pluma. Un documento que costó 700.000 euros y que está siendo cuidadosamente restaurado. Echadle un vistazo, sólo dura 1 minuto y 34 segundos.
Otro vídeo donde podéis ver la presentación del códice Daza antes de que lo desencuadernaran para restaurarlo. Muy interesante:
Una escena de la película Lope: Lope de Vega compone un soneto «de repente». Vedlo, es una maravilla.
Oíd aquí el famoso soneto «Definiendo el amor» en la última escena de la película:
El trailer de esta misma película, estrenada en 2010 y dirigida por el brasileño Andrucha Waddington, donde nos cuentan unos años de la vida del insigne dramaturgo:
¿Preparando un viaje a Madrid? Aprovechad para visitar la Casa Museo de Lope de Vega en Madrid.
«Mi casilla, mi quietud, mi güertecillo y estudio». Así define su casa Félix Lope de Vega (1562-1635) en una carta dirigida a un amigo.
Situada en pleno centro histórico, en el Barrio de las Letras, la Casa Museo Lope de Vega se ubica en el edificio donde el escritor vivió sus últimos 25 años. La recreación de ambientes, cuyo objetivo es que se respire la presencia de Lope, evoca la vida cotidiana del Siglo de Oro y nos acerca a su intimidad. El equipamiento de la casa incorpora obras de arte, mobiliario, enseres y ediciones bibliográficas vinculadas al literato y su tiempo.
Los datos de horarios, reservas, visitas guiadas y demás, aquí.