Hrosvitha de Gandersheim (c. 935- c. 973)

No sabemos con exactitud las fechas exactas del nacimiento y muerte de Hrosvitha, una mujer perteneciente a la aristocracia sajona que optó desde muy joven por recluirse en el convento benedictino de Gandersheim en la Baja Sajonia. Hrosvitha consiguió en Gandersheim lo que fuera de sus muros no habría podido conseguir nunca: libertad intelectual y acceso al conocimiento totalmente vetado a las mujeres que optaban por la vida matrimonial.

Aunque pasó toda su vida en el convento de Gandersheim, Hrosvitha no fue exactamente una  monja, sino una canonesa. La diferencia es grande, ya que las primeras debían realizar los votos de castidad, obediencia y pobreza; mientras que las canonesas solo se regían por el voto de castidad y obediencia, pudiendo disponer de sus riquezas en el convento.

Hrosvitha tenía una gran fortuna y un gran linaje, relacionado con la corte de los Otones. Gracias a su linaje y su fortuna, podía disponer de siervos, tener una biblioteca privada, así como recibir visitantes y realizar todas las salidas del convento que ella desease.

La abadía femenina de Gandersheim se encontraba bajo la protección del emperador Otón I y contaba con gran poder político (la abadesa podía participar en la Dieta imperial), económico (acuñaban moneda) e intelectual, pues contaba con una extensa biblioteca de autores clásicos y medievales.

Como otras muchas mujeres de su época, conocía a fondo a escritores clásicos como Terencio,  Virgilio. Ovidio, Boecio, etc. Buena parte de su producción literaria, a pesar de beber de fuentes paganas latinas y griegas, tenía un tema en común: la fuerza de voluntad, la perseverancia y la tenacidad de las mujeres cristianas, devotas y orgullosas de su pureza y castidad.

Hrosvitha fue la primera escritora alemana que utilizó el latín como vehículo expresivo, y también la primera escritora de teatro religioso medieval. Su obra iba desde leyendas escritas en verso que recogen la vida de santos y mártires para ser leídas en el refectorio, hasta obras de teatro al estilo de Terencio, pero haciendo énfasis en el espíritu cristiano, con lo cual dejaba atrás el tono licencioso utilizado por las mujeres romanas y daba paso al lenguaje casto y virtuoso del culto mariano. Estas obras de teatro tenían una doble finalidad: educar y entretener. Curiosamente, aunque las protagonistas eran siempre mujeres, los editores eligieron para las obras de teatro nombres masculinos:  GallicanusDulcitiusCalimachusAbrahamPaphnutius y Sapientia.

Es el caso de Paphnutius, una obra centrada en la conversión de la prostituta Tais,  una prostituta que disfruta con la adulación de sus amantes y los bienes que estos le proporcionan hasta que Paphnutius, otro santo, decide liberarla de la perversión y convencerla para que se recluya en un monasterio y expíe sus pecados. Una vez se purifica, muere. Roswitha dramatiza la historia de Tais juntamente con otra historia, la de María, sobrina de un eremita, que al ser seducida por un hombre, se hace prostituta y posteriormente es rescatada de la vida secular por el eremita

De la lectura de esta obra deducimos que Hrosvitha, además de dominar el latín, poseía unos conocimientos del quadrivium (geometría, aritmética, música y astronomía) en absoluto desdeñables.

Grabado de Albert Durero que muestra a Hrosvita entregando al emperador Otón I su obra.

Además de sus obras teatrales, Roswitha hizo otras composiciones poéticas,  poemas épicos y leyendas. Como el titulado De Gestis Oddonis I Imperatoris conocido como la Gesta Oddonis dedicado al emperador Otón I el Grande por encargo de una de sus maestras, la abadesa Gerberga II, sobrina del propio Emperador Otón.

Su última obra es un poema que rememora el origen de la abadía de Gandersheim. Se trata de una obra muy interesante por las leyendas que la canonesa intercala en el relato de la fundación de su abadía.

Fuentes: