Las ediciones del Lazarillo de Tomes

Las primeras ediciones conservadas del Lazarillo aparecieron en el año 1554 en Burgos, Alcalá y Amberes; las tres son independientes (ninguna de ellas es fuente de las otras dos y se retrotraen a dos ediciones perdidas.

El tema de las distintas ediciones es bastante complejo y adquiere, en ocasiones, el tono de una novela policiaca. Muchos de los estudiosos del Lazarillo suponen que hubo una edición previa, publicada hacia 1552, y hoy perdida de la que deriva la edición de Burgos; las ediciones de Alcalá y Amberes parecen proceder de una edición intermedia, publicada hacia 1553, que probablemente procedía de la edición perdida de 1552.

Las ediciones de Burgos, Alcalá y Amberes presentan una división en capítulos y los epígrafes  de cada uno de ellos; la edición de Amberes, además, incluye adiciones, que prolongan algún episodio de Lázaro con el ciego, dilatan los «mañosos artificios» del buldero o abundan en pormenores satíricos y doctrinales.

De tal forma el stemma (árbol genealógico de las diferentes versiones de un manuscrito o edición) del Lazarillo quedaría así en opinión de Francisco Rico, uno de los mayores expertos en la obra:

Ha habido muchas polémicas y discusiones acerca del origen y la datación de las ediciones. Francisco Rico  considera que hay cuatro puntos que  parecen seguros:

  • Ninguno de los tres textos de 1554 pueden ser fuente de los otros dos.
  • Las ediciones de Alcalá y Amberes  son ramas de la misma familia.
  • Alcalá, Burgos y Amberes proceden de ediciones perdidas y no de manuscritos
  • Las ediciones posteriores a 1554 desciende de la edición de Amberes y o de textos perdidos.

El Lazarillo de Barcarrota

Siempre os comento en clase que sería todo un hallazgo encontrar algunas de estas ediciones perdidas del Lazarillo (¡una fechada en 1552 sería toda una joya!); normalmente estas ediciones perdidas suelen aparecer escondidas en falsos muros o tejados, así que, estad atentos si hacéis obras en la casa del pueblo, puede que encontréis un tesoro que escondió un culto (y posiblemente converso) antepasado vuestro.

Algo parecido ocurrió en la localidad extremeña de Barcarrota, en la provincia de Badajoz. En el verano de 1992, al iniciar unas obras de reforma, apareció en la pared del desván de una casa una edición hasta entonces desconocida del Lazarillo de Tormes, fechada en Medina del Campo en 1554.  En el muro, perfectamente protegido por un lecho de paja, también se hallaron otros diez volúmenes y un manuscrito. Los libros permanecieron tres años en una caja de zapatos de un sobrino de los dueños de la casa. Un amigo bibliotecario les avisó de la posible importancia del hallazgo y los dueños se pusieron en contacto con especialista e investigadores.

La Junta de Extremadura compró en 1995 por 16 millones de pesetas (unos 96000 euros) el lote de libros, aunque un anticuario sevillano ofreció el doble de dinero. Por otro lado, el albañil denunció a la familia, a la que exige la mitad de lo que ha cobrado, ya que fue él quien encontró los libros.

La Junta publicó una edición facsímil de esta edición del Lazarillo, impresa el 1 de marzo de 1554 en Medina del Campo por los hermanos Mateo y Francisco del Canto.

No se sabe nada de la persona que decidió emparedar los libros. Algunos expertos consideran que se trataría de un posible judío converso asustado ante la Inquisición, otros piensan, por el contrario, que los libros no pertenecieron a una biblioteca personal sino que era un lote de una librería decomisada, ya que los libros estaban intactos, sin usar ni anotar. Por otra parte, los libros encontrados son muy dispares —algunos peligrosos para la época, junto a otros inofensivos.

Para saber más sobre esta biblioteca, podéis ver este vídeo:

Y para los amantes del misterio, el equipo de Cuarto milenio hacen una lectura pintoresca, pero muy sugestiva, del hallazgo bibliográfico. Pinchad en la imagen