El género y las fuentes del Lazarillo de Tormes

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El Lazarillo suele presentarse como una de los primeras muestras de la novela picaresca, pero en rigor debe presentarse como una carta que contiene una autobiografía ficticia, narrada con una notable voluntad de estilo y construida con procedimientos empleados más tarde en la novela moderna.

La carta

La novela se plantea, pues, como una carta que Lázaro de Tormes escribe para satisfacer la curiosidad de un personaje cuyo nombre no se indica, pero al que se dirige con el tratamiento de «Vuestra Merced», intentando aclararle con detalle un incidente en el que se halla involucrado por los cotilleos de la ciudad: la supuesta relación entre su mujer y el señor a quien ambos sirve, el Arcipreste de San Salvador.

No era raro en esta época que, a falta de otros medios de comunicación más efectivos, se aclarasen por carta chismes y cotilleos. Tal costumbre en la vida cotidiana llegó a convertirse en una moda literaria: los autores del siglo XVI no solo publicaban su correspondencia auténtica, sino que, en muchos casos, mezclada con esta, solían incluir cartas inventadas, dirigidas a personajes de ficción, como también debió de ser ese «Vuestra Merced» a quien Lázaro se dirige.

Estas cartas se denominaban cartas mensajeras y tuvieron extraordinario éxito en la época. Estaban escritas en lengua vulgar y servían para contar noticias, aclarar o divulgar chismes, etc. En Italia, las cartas mensajeras constituyeron un gran éxito editorial a partir de la aparición en 1538 de Le lettere de Pietro Aretino. En España fueron igualmente famosas las Epístolas familiares de fray Antonio de Guevara.

La autobiografía

El género epistolar explica ya de por sí el uso de la primera persona, al que se han buscado otros modelos.

La forma autobiográfica se impone a principios del siglo XVI en la ficción en prosa por la influencia de Luciano y Apuleyo, cuyas obras empiezan a traducirse en este momento.

el-asno-de-oro-de-apuleyo.jpgEl asno de oro es una novela escrita por el autor latino Apuleyo en el siglo II. En ella, el joven aristócrata Lucio relata cómo se ve convertido en asno tras un hechizo. Bajo este aspecto pasará por el servicio de diferentes amos y sufrirá su brutalidad. La novela, que aprovecha relatos anteriores, pasa revista a algunas realidades de su época: el adulterio, la lujuria, el robo, el engaño, la falsa religiosidad, etc. El humor es uno de los rasgos más destacables.

La obra de Apuleyo fue adaptada para el teatro por Rafael Álvarez, el Brujo.

luciano_samosata.jpgLuciano de Samósata (ca. 125-192)  fue uno de los grandes genios satíricos de la literatura.  Resulta imposible enumerar todas las obras que componen su rica producción. Chanzas como Elogio de la mosca y El juicio de las vocales y escritos como El sueño pertenecen al período sofístico. De la etapa en que se dedicó a los estudios filosóficos forman parte Nigrino, que exalta la vida contemplativa y censura, a la manera platónica, la sociedad romana, comparando la fastuosidad y turbulencia de los romanos con la vida callada y culta de los atenienses; Nave, en el que hace burla de la costumbre de fabricar castillos en el aire; Anacarsis o De los gimnasios, donde Solón señala la utilidad del ejercicio físico, y Hermótimo, que muestra su alejamiento de la filosofía al ilustrar el principio escéptico de la vanidad de toda especulación filosófica. Esta etapa crítica culmina con la Historia Verdadera, considerada como una de las más antiguas novelas fantásticas, en la que describe un imposible viaje que empieza en el mar, continúa en los cielos, e incluye las visitas al estómago de una ballena y a los campos del Elíseo.

Otras obras suyas son La subasta de los filósofosEl pescador o los resucitadosIcaromenipo, El sueño o el galloDescenso al HadesCaronte y los cuatro grupos de diálogos breves, de corte satírico y moral, que, pese a su comicidad, están impregnados por el sentimiento de la caducidad y vanidad de los bienes mundanos: Diálogos de los diosesDiálogos marinosDiálogos de los muertos y Diálogos de las cortesanas. En ellos la parodia se transforma en un medio de reflexión sobre los valores heredados.

El interés por estos autores se manifestó también en las obras de creación como demuestran el Baldo, el Diálogo de las transformaciones y el Crotalón, que tuvieron gran influencia en el Lazarillo.

Folengo_-_Maccheronee,_1768-1771_-_4160432_F.jpgEl Baldo (Sevilla, 1542) adapta uno de los Poemas macarrónicos de Teófilo Folengo (aka Merlín Cocayo). El primer libro (escrito en 3ª persona) contiene dos autobiografías de Falchero y  Cíngar. Ambos personajes, a petición de Baldo, se disponen a contar sus vidas. Es interesante la autobiografía de Cíngar por su parecido con la de Lázaro. Al inicio advierte que va a contar las circunstancias más notables de su vida: «os la contaré desde mi niñez, no para que las aprobéis, sino para que las evitéis». Hijo de un padre ladrón y de una mesonera, Cíngar comete pequeños hurtos en su pueblo; durante cinco años sirve a un ciego, a cuya vera perfecciona sus malas «mañas»; de camino  a Roma, topa con otro ciego, al que roba.

El Crotalón, al igual que el Diálogo de las transformaciones, resulta el mejor exponente del diálogo lucianesco; un gallo cuenta a su dueño, el zapatero Miçilo, la vida que ha llevado en los diferentes cuerpos en que se ha encarnado. Se trata de un pretexto para repasar los distintos estamentos sociales. El gallo es, como Lázaro, «mozo de muchos amos» y en su recorrido por la sociedad de su época es muy crítico.

El Lazarillo ha tomado de todas estas fuentes la forma autobiográfica, con el esquema de «mozo de muchos amos» y el fuerte espíritu crítico con la realidad que describe y con los ambientes en los que se mueve.