Los caballeros y el amor cortés

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«… ninguna cosa de esta vida hace más valiente a los caballeros andantes que verse favorecidos de sus damas..» (Capítulo VIII. Segunda parte.)
«…el caballero andante sin dama es como el árbol sin hojas, el edificio sin cimiento y la sombra sin su cuerpo de quien se cause…» (Capítulo XXII. Segunda parte.)

En el corazón mismo del Quijote está también la herencia de la literatura del amor cortés, cuyo código fue desarrollado por los trovadores en los siglos XII y XIII, y acabó impregnando gran parte de la literatura europea, difundido por la obra de Petrarca y el petrarquismo siguiente.

En términos del código del amor cortés está concebida la relación don Quijote-Dulcinea: la amada es un cúmulo de perfecciones, el caballero la sirve y recibe de ella la fuerza de su impulso vital y espiritual.

Amor-Cortes

El amor cortés designa una forma de amor basada en la idealización de la dama y el servicio amoroso.  La idealización de la dama hace que se identifique a la amada con un prototipo de belleza y perfección moral. El objetivo del amor no es el disfrute de la unión amorosa, sino el llamado «servicio amorosos». El buen amante debe ajustarse a una serie de condiciones y normas del amor. El adiestramiento en el amor enriquece al amante, que entra así en una especie de religión de amor. La literatura caballeresca acogió estos presupuestos del amor cortés. Se produjo, por tanto, un trasvase de la literatura cortés (de naturaleza lírica) a la literatura caballeresca (de naturaleza narrativa).

La idealización de la dama

e26e1d3139408ea1defc9c462d339372Para los trovadores la dama encarna valores muy cercanos a lo divino. El enamorado se refiere a ella con términos religiosos de adoración (la adorada, la soberana). En ella siente reflejados todos los dones de la naturaleza. Su perfección física solo es comparable a su virtud moral. Este colmo de virtudes llega a concebir lo que en la poesía petrarquista será la donna anglicana, convencidos de que en la dama se refleja la belleza divina.

En los libros de caballerías la descripción física y moral de la dama debe responder a estos mismos parámetros de perfección. Para ello el narrador recurre a descripciones estereotipadas que se ajusten al ideal.

El servicio amoroso

amor-cortesEl servicio amoroso no supone únicamente una situación de enamoramiento: para el servicio amoroso el amante debe tener una férrea voluntad de entrega al servicio del amor. El servicio amoroso exige del amante humildad y cortesía. La humildad del enamorado se manifiesta en un sometimiento ciego hacia la dama y en una fidelidad inquebrantable. la cortesía se manifiesta en la manera de exteriorizar el amor. En la literatura caballeresca el amor es un ingrediente de la acción. La historia de amor nace y se desarrolla en el relato, incluso llega a ser la fuerza que impulsa al héroe a acometer las más grandes hazañas.

La finalidad del amor

La finalidad del amor cortés es la entrega al buen amor. El amante encuentra en el amor una sublimación que le engrandece. La finalidad del amor no es la amada, sino que ella es un medio para llegar al amor. En los libros de caballerías el relato siempre contiene el desenlace del amor.

A medida que el género se desarrolla, el desenlace amoroso se va identificando, cada vez más, con el matrimonio, tal y como sucede en las numerosas muestras del siglo XVI. Y precisamente el matrimonio nunca había sido visto con buenos ojos por el amor cortés. Pero en la novela, este matrimonio suele coincidir con la recompensa de las hazañas. De esta manera, al tiempo que el caballero consigue a su amada, alcanza la recompensa por el amor.