Amadís de Gaula (1508)

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Después de cerrarse el ciclo de la épica juglaresca y ser cantados los héroes del mester de clerecía, desde finales del siglo XIV al siglo XV y XVI, la narrativa de ficción vuelve su mirada hacia los grandes temas europeos:

  • Los héroes de la materia de Bretaña —el rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda—, que se había cultivado en Francia desde el siglo XII en el roman courtois (Chrétien de Troyes) en el norte de Francia. Estos relatos  habían dado a la imaginación europea personajes tan famosos como Lanzarote del Lago y la reina Ginebra, Tristán e Iseo (Isolda), Perceval, Galaaz, el sabio Merlín y el hada Morgana.  Por otra parte, también influyeron en los libros de caballerías los lais de María de Francia, breves relatos en verso que narraban episodios de carácter maravillosos.
  • A finales del siglo XIII se escribió La gran conquista de ultramar, una extensa narración sobre las cruzadas y las conquistas de Antioquía y Jerusalén, que incluía prosificaciones de cantares de gesta y relatos caballerescos.
  • De principios del siglo XIV es el Libro de caballero Zifar, que contiene asuntos artúricos y de las gestas francesas, además de las leyendas cristianas y orientales y digresiones moralizantes de intención didáctica.
Amadís de Gaula. Litografía de una página de la edición de Madrid, 1838

Amadís de Gaula. Litografía de una página de la edición de Madrid, 1838

A la narrativa se incorporan también otros personajes y motivos de origen folclórico o pertenecientes a otras literaturas, como Carlomagno y los Doce Pares de Francia, el rey Apolonio, Alejandro Magno o los héroes de la guerra de Troya. Oriana y Amadís (los protagonistas de Amadís de Gaula, el libro de caballerías más difundido en España en esta época) son héroes que pertenecen a esta gran familia europea que había enriquecido la imaginación de Occidente en la Baja Edad Media.

Principales rasgos de los libros de caballerías

  • Personajes planos: los hechos tienen más relevancia que los personajes, quienes suelen ser arquetípicos y planos. Los personajes son «arrastrados» por la acción vertiginosa y las constantes aventuras sin que estas los cambie o los transforme y sin que importe demasiado su psicología.
  • Estructura abierta: normalmente, los libros de caballerías rompen continuamente la estructura cronológica lineal tradicional con numerosos saltos en el tiempo (prolepsis y analepsis). Los libros están continuamente amplificándose con nuevos personajes y nuevas aventuras. Emplean además la técnica del entrelazamiento, típica del ciclo artúrico: las aventuras se interrumpen y se reanudan más tarde.
  • Búsqueda de honra, valor, aventura a través de diferentes pruebas: es una estructura episódica donde el héroe pasa por distintas pruebas (como, por ejemplo, el paso del «Arco de los fieles amadores» en el Amadís) para merecer a su dama. Casi siempre la motivación principal del caballero es la fama y el amor.
  • Idealización del amor del caballero por su dama: los caballeros de los libros de caballerías son magníficos ejemplos de enamorados del «amor cortés». Tratan a su dama como un señor a quien deben fidelidad, amor y vasallaje. Suelen abundar además, los matrimonios «en secreto», realizados basados en la simple palabra de los contrayentes y los hijos nacidos fuera del matrimonio cristiano. Normalmente, los protagonistas suelen acabar casándose.
  • Violencia glorificada: como caballeros que son, su  valor personal depende de los  hechos de armas que acometan, tanto si se trata de un combate singular (uno contra uno), como torneos, ordalías, duelos, batallas, etc. Los caballeros deben demostrar siempre su valor.
  • Nacimiento extraordinario del héroe: en la mayoría de los libros de caballerías, el protagonista es el hijo ilegítimo de padres nobles desconocidos, muchas veces reyes; tiene que hacerse héroe, ganar fama y merecer su nombre; muchas veces tiene espada mágica u otros poderes sobrehumanos, y goza de la ayuda de algún mago o hechicero amigo.
  • Geografía totalmente fantástica: aunque en los libros de caballerías españoles suelen alternar lugares reales con otros exóticos y maravillosos, lo normal en los libros de caballería son las ubicaciones fantásticas en lugares imaginarios poblados de elementos  fantásticos (hadas, magos, palacios encantados, endriagos, gigantes…)
  • Tiempos históricos remotos, míticos, sin referencias a circunstancias históricas sociales contemporáneas.
  • Tópico de la falsa traducción: los libros se presentan como traducidos de originales escritos en griego, alemán, inglés, toscano, árabe u otras lenguas, o como «manuscritos encontrados» después de largo tiempo ocultos o enterrados.

Los libros de caballerías españoles tuvieron una enorme difusión por Europa. Tanto el Amadís como sus continuadores (Sergas de Esplandián, Palmerín de Oliva, Amadís de Gaula...) fueron traducidas al francés, italiano, inglés, alemán, holandés y hebreo. El Amadís fue leído en toda Europa.

Sergas de Esplandián. Grabado de la versión francesa de París, 1550

Sergas de Esplandián. Grabado de la versión francesa de París, 1550

Además de lectura popular, fue lectura predilecta de intelectuales y reyes, como Carlos V y Francisco I de Francia, así como de las damas y los caballeros de las cortes europeas. Los lectores vivían las aventuras de estos héroes como si fueran de carne y hueso y, en el ambiente heroico y exaltado del reinado del emperador, sin duda empujarían a los aventureros a América y a los santos a la santidad. Esta novela influyó en el romancero, en la lírica, en la narrativa, en el teatro y en la historia de Indias, pero también, en las costumbres de la época.

Su éxito, como hemos dicho, llegó a América, en cuya toponimia quedaron vestigios: California y Patagonia son nombres que tienen su origen en los libros de caballerías.  

AMADÍS DE GAULA DE GARCI RODRÍGUEZ DE MONTALVO

Amadís de Gaula (Libro I). Portada de la edición de Roma (1519)

Amadís de Gaula (Libro I). Portada de la edición de Roma (1519)

La historia de Amadís ya se conocía en Europa en los siglo XIV y XV, pero es Garci Rodríguez de Montalvo quien acierta a darle su forma definitiva. La edición del Amadís de Gaula (Zaragoza, 1508) revitalizó los libros de caballerías y alcanzó un éxito y una popularidad sin precedentes. Garci Rodríguez de Montalvo adaptó la materia artúrica al gusto cortesano de su época que acogió Amadís como símbolo de caballeros y espejo de leales amadores. La nostalgia del ideal caballeresco y el deseo de entretenimiento son razones que explican la popularidad de este género en el XVI.

Estructura y argumento del Amadís de Gaula

Amadís de Gaula narra la historia de Amadís, quien fue arrojado a un río al nacer y recogido por el caballero Gaudales de Escocia, quien lo educa. Siendo un joven caballero, determina ir en busca de sus orígenes, lo que le llevará a vivir numerosas aventuras. Enamorado de Oriana, a la que siempre será fiel, tiene un hijo con ella, Esplandián.

Posiblemente , el primitivo Amadís estuvo constituido por los libros I y II, al que se le añadiría un III. Es probable que el libro III terminara con un combate en el que Esplandián, su hijo, no reconociendo a su padre, le diera muerte, lo que provoca el suicidio de Oriana. El libro se continuó con la historia del hijo de Amadís, Las sergas de Esplandián, los nietos y los biznietos de Amadís: Florisando, Lisuarte de Grecia, Amadís de Grecia, Florisel de Niquea… Con la estructura de familia, Montalvo hacía renacer un mundo caballeresco que compartían la corte, la burguesía y los estamentos más bajos de la sociedad.

El protagonista: Amadís

carpaccio-joven-caballero-en-un-paisaje-obras-maestras-de-la-pintura-juan-carlos-boveri-1En Amadís convergen el mundo heroico y el lírico puesto que el lenguaje principal es el prototipo del héroe invencible, caballeresco y noble. Sus aventuras bajo diversos nombres (Doncel del Mar, Beltenebros, Caballero de la Verde Espada…) se desarrollan en un ambiente de idealismo sentimental que hacen más sugestivas las fantásticas hazañas, aunque el realismo español modera el exceso de sentimentalismo de sus modelos franceses y hace más próximos y humanos sus arrebatos amorosos.

El triunfo de Amadís está unido a su perfección: el caballero era el defensor de un ideal de justicia y de un orden moral. La obra ofrece al lector  un espacio para soñar y un modelo para actuar, de modo que se convirtió en el código caballeresco de la vida española durante gran parte del siglo XVI, cuando, en la realidad, el modelo medieval caballeresco estaba tocando a su fin.

Estilo

Juan de Valdés, en el Diálogo de la lengua, afirmó que el Amadís es el mejor de los libros de caballerías. Está escrito en una prosa cortesana  y elegante, sin los excesos en los que caerán posteriores obras del género. A pesar de ello, Valdés le reprocha cierta afectación, si bien no deja de reconocer muchos valores en su prosa. Le disgusta bastante más la escasa verosimilitud del libro.

El autor posee una gran capacidad para la descripción de elementos fantásticos. Se recrea en dibujar ante el lector un sinfín de prodigios y maravillas, con los que se mezclan sucesos más próximos a la realidad. El tempo se hace lento o rápido según se busque la delectación en una determinada escena o la sucesión ininterrumpida de episodios. A lo largo de toda la obra se intercalan discursos y digresiones retórica en los que se ha querido ver la mano de Montalvo.
Se ha destacado la gran abundancia de recursos rítmicos que presenta su prosa, muchos de los cuales han sido adoptados por el propio Cervantes en su parodia caballeresca. Se alternan las construcciones sintácticas de ritmo reposado, con los diálogos clásicos, de estilo cortado.

En el Amadís abundan las elipsis, analepsis y prolepsis, y son frecuentes las apelaciones a los lectores y oyentes: bien remitiendo a hechos pasados (ya oísteis…); bien adelantado algún acontecimiento que se desarrollará luego (…que la historia contará adelante), o bien con referencias al pasado o al futuro (ocurrirá en el cuarto libro).

Un texto de Amadís de Gaula

Amadís es desencantado, después de ser dado por muerto a causa del encantamiento al que le sometió el mago Arcaláus:

Grindalaya, que así se llamaba la dueña presa, hacía gran duelo sobre Amadís, que lástima era de oírla, diciendo a la mujer de Arcaláus y las otras dueñas que con ella estaban:

¡Ay, mis señoras!; ¿no miráis qué hermosura de caballero y en qué tan tierna edad era uno de los mejores caballeros del mundo ?; ¡mal hayan aquellos que encantamientos sabes, que tanto mal y daño a los buenos pueden hacer!; ¡oh, Dios mío, que tal quieres sufrir!»

La mujer de Arcaláus, que tanto como su marido era sojuzgado a la crueldad y a la maldad, tanto lo era ella a la virtud y piedad, y pesábale muy de corazón de lo que su marido hacía, y siempre en sus oraciones rogaba a Dios que lo enmendase, consolaba la dueña cuanto podía, y estando así, entraron por la puerta del palacio dos doncellas y traían en las manos muchas candelas encendidas, y pusieron de ellas a los cantos de la cámara donde Amadís yacía […], y la una de las doncellas sacó un libro de una arquita que so el sobaco traía y comenzó a leer por él, y respondiale una voz algunas veces, y leyendo de esta guisa una pieza, al cabo respondiéronle muchas voces juntas dentro en la cámara, que más parecían de ciento; entonces vieron cómo salía por el suelo de la cámara rodando un libro como que viento lo llevase, y paró a los pies de una doncella; y ella lo tomó y lo partió en cuatro partes, y las fue a quemar en los cantos de la cámara donde las candelas ardían; y se tornó donde Amadís estaba, y tomándolo por la diestra mano, le dijo:

–Señor, levantaos, que mucho yacéis cuitado.

Amadís se levantó y dijo:

–¡Santa María!, ¿qué fue esto que por poco fuera muerto?

–Cierto, señor– dijo la docnella–, tal hombre como vos no debía morir así, que antes querrá Dios que a vuestra mano morirán otros que mejor lo merecen.

PARA SABER MÁS…

Si os ha interesado este tema y queréis saber más, podéis consultar la página web que el Centro Virtual Cervantes ha dedicado a los libros de caballerías. Allí podréis encontrar numerosa y fiable información sobre los libros de caballerías: su cronología, sus corpus, una bibliografía selecta, un catálogo, estudios de distintas obras, imágenes y enlaces. Ya sabéis, pinchad en la imagen:

libros de caballerías cvc

Podéis ver también un vídeo sobre la exposición «Amadís de Gaula, 1508: quinientos años de libros de caballería» que se pudo ver  en la Biblioteca Nacional de España en 2008.

Los libros de caballerías fueron la inspiración de numerosas obras que hicieron versiones paródicas de estos textos tan leídos y famosos. La obra más conocida inspirada en los libros de caballerías fue, como sabes, Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. Puedes ver ahora el «donoso escrutinio», es decir, el momento en el que el cura y el barbero se dedican a juzgar en la biblioteca de Alonso Quijano, don Quijote, qué libros de caballerías deben quemarse por perjudiciales y cuáles deben salvarse:

En el programa SER Historia nos habla de los libros de caballerías con la colaboración de Rocío Vilches, doctora por la Universidad de Alcalá de Henares y colaboradora del Centro de Estudios Cervantinos de Alcalá. Pincha en la imagen:

web ser historia

El programa de RTVE La mandrágora dedicó uno de sus capítulos al Libro de caballero Zifar, una de los primeros libros de caballerías. Echadle un vistazo:

Una curiosa versión modernizada del Amadís de Gaula, representada por Intemerata teatro, a partir de una versión de Carmen Heymann.

[Fuentes: Arroyo, Carlos (et al.) Lengua castellana y literatura 1º Bachillerato, Madrid: 2002, Oxford; García Madrazo, Pilar (et al.), Lengua castellana y literatura 1º Bachillerato, Zaragoza: 2008, Edelvives; Blecua, José Manuel (et al.) Lengua castellana y literatura 1º Bachillerato, Madrid; 2008, SM; Pedraza, Felipe B. (et al.): Manual de literatura españoal. II. Renacimiento, Pamplona: 1981, Cenlit. Imágenes: Centro Virtual Cervantes, wikipedia. Vídeos: youtube.]

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