Íñigo López de Mendoza, conocido como el Marqués de Santillana, fue un hombre de una vasta cultura. Fue uno de los nobles más poderosos de la primera mitad del sigo. Intervino activamente en la corte de Juan II, pero compaginó su vocación política y militar con el cultivo de la literatura.
Este reportaje de la Televisión de Castilla y León nos habla de este personaje:
Hombre de letras, reunió en su palacio la mejor biblioteca de su tiempo e hizo traducir diversas obras latinas e italianas al castellano. Como poeta utilizó las formas de la poesía culta castellana, pero también se acercó a las formas y a los temas de la poesía italiana.
En las formas castellanas deben considerarse sus Canciones y sus Decires. Entre éstos destacan El infierno de los enamorados y el Diálogo de Bías contra Fortuna (una reflexión sobre la fugacidad de los bienes mundanos)
Entre sus poemas de arte mayor son notables la Comedieta de Ponza (composición en 120 estrofas, con una clara voluntad de imitación de la Divina comedia de Dante, en el que narra la derrota naval sufrida por Alfonso V el Magnánimo de Aragón ), y la Defunción de don Enrique de Villena.
Como experimentador de las formas métricas italianas procedentes de Petrarca, llevó a cabo los primeros intentos por introducir el verso endecasílabo en nuestra lengua con sus Sonetos fechos al itálico modo. A propósito de estos sonetos siempre se ha comentado que el Marqués de Santillana fracasó en su intento de aclimatar el soneto a la poesía castellana. Tal vez os interese comprobar si esto fue realmente así, leed este poema a ver qué os parece:
que sola de loor es la pureza;
mas luego torno con igual tristura
y plango y quéjome de su crueza. Que no fue tanta la del mal Thereo,
ni hizo la de Achila y de Potino,
falsos ministros de ti, Ptholomeo. Así que lloro mi servicio indigno
y la mi loca fiebre, pues que veo
y me hallo cansado y peregrino.
O este otro:
de inmensa cuita y visto de aspereza,
la mi vida me fuye, mal mi grado,
la muerte me persigue sin pereza. Ni son bastantes a satisfacer
la sed ardiente de mi gran deseo
Tajo al presente, ni me socorrer la enferma Guadïana, ni lo creo. Sólo Guadalquivir tene poder
de me guarir y sólo aquél deseo.
Dentro del estilo popular, don Íñigo López de Mendoza, escribió los Refranes que dicen las viejas tras el fuego, primera colección de refranes escritas en español, y las Serranillas. Estas composiciones son poemas sencillos que narran el encuentro de un caballero con una pastora y su posterior diálogo amoroso, en el marco de un bello paisaje primaveral localizado con precisión. En el Libro de Buen Amor aparecían ya algunas serranillas, impregnadas del tono irónico y festivo propio del Arcipreste de Hita.
El Marqués de Santillana escribió ocho serranillas, al hilo de sus viajes por la amplia extensión de sus dominios nobiliarios. Os incluyo una de las más apreciadas por sus detalles realistas que la acercan a la tradición hispánica, frente a la pastorela provenzal, en la que predomina el tono idealizado y la narración.
Menga de Manzanares
Por todos estos pinares
ni en el Val de Gamella
no vi serrana más bella
que Menga de Manzanares.
Descendiendo el Yelmo ayuso
contra el Bóvalo tirando
en ese valle de suso,
vi serrana estar cantando:
saludela, como es uso,
y dije: «Serra estando
oyendo, yo no me excuso
de hacer lo que me mandareis».
Respondiome muy ufana:
«Bien vengáis, el caballero;
¿Quién os trae tan de mañana
por este valle señero?
Que por toda aquesta llana
yo no dejo andar vaquero
ni pastora, ni serrana
sino Pascual de Bustares»
Pero ya, pues la ventura
por aquí os ha traído,
conviene en toda figura,
sin ningún otro partido,
que me dejéis la cintura
o entremos a brazpartido;
que dentro en esta espesura
no quiero luchar dos pares».
Cuando vi que no podía
partirme de allí sin daña,
como aquel que no sabía
de luchar arte ni maña,
con muy gran melancolía,
armele tal guarda maña
que cayó con su porfía
cerca de unos tomillares.
Aunque el Marqués de Santillana no dio especial importancia a sus serranillas, actualmente se considera lo más interesante de su obra. Si os apetece, podéis escuchar:
«Poema en audio: Después que nascí… (Serranillas 3) de Marqués de Santillana por Manuel Dicenta«
Una de las más famosas serranillas del Marqués de Santilla es «La vaquera de la Finojosa». Podéis escucharla en una versión musicada de Alberto Cortez:
También la podéis escuchar en el siguiente audio:
De esta serranilla os incluyo además un comentario de una de las más famosas: La vaquera de la Finojosa, elaborado por profes.net, que os puede ser útil para practicar el comentario de texto.
«Poema en audio: Mozuela de Bores… (Serranillas 4) de Marqués de Santillana por Manuel Dicenta«
También podéis trabajar algunos de sus textos en estos ejercicios sobre la misma serranilla.
¿Os ha fascinado la vida y la obra del Marqués de Santillana? ¿Necesitáis saber más? ¿Queréis investigar sobre el tema? En la página web del Centro Virtual Cervantes podéis encontrar información fiable y actualizada sobre el autor, su obra, estudios, imágenes, etc.
El programa de RTVE Paisaje con figuras dedicó uno de sus capítulos al Marqués de Santillana. Podéis verlo haciendo clic sobre la imagen: